Desde hace algún tiempo estaba en la búsqueda de un curso para profesores de español. Por fortuna encontré el taller de enseñanza de español como lengua extranjera del CELA y hoy no podría estar más satisfecho con los resultados. Las dos semanas que pasé en Margarita asistiendo al curso fueron sumamente enriquecedoras, tanto desde el punto de vista personal como desde el punto de vista académico. El taller tiene mucho que ofrecerle a cualquier persona que desee desempeñarse —e incluso a quienes ya cuenten con abundante experiencia— en un área tan apasionante como la enseñanza del español, sin importar su formación previa o la razón precisa por la que haya decidido tomar el taller. Las herramientas que brinda este curso son tan útiles y prácticas que también pueden emplearse en un aula de otro idioma o de cualquier otra temática, por lo que terminó dándome mucho más de lo que esperaba. El objetivo principal del CELA es que los alumnos que vengan a aprender español tengan una experiencia grata, que no vean el aprendizaje de un idioma como algo difícil y tedioso, sino más bien como una experiencia enriquecedora y, por qué no, divertida. Esa perspectiva se nota desde el primer día y la satisfacción de los alumnos es viva prueba de ello. Desde el primer día que llegué al CELA me trataron como uno más de la familia; me sentí tal como en casa y por ello siempre estaré muy agradecido. Cierro esta breve intervención recomendándole este taller a cualquier persona que busque formarse en la enseñanza de ELE, así como a cualquier alumno que desee aprender español a cualquier nivel. Como valor añadido también podrán disfrutar de unos días en una de las zonas más bonitas de Venezuela. Un gran saludo y miles de gracias a Sabina, Nathaly y el resto de los colaboradores del CELA.
Juan Berríos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario